lunes, 10 de julio de 2023

A través de “Twitter”, en noviembre de 2022 vi venir a “Threads”


 Por Fernando Cabrera, Phd 


En la fonética española, donde las palabras se leen como se escriben, "Twitter" y "Threads" son palabras totalmente distintas, pero en inglés, “Twit” o “Tweet” y “Treads” suenan igualito, je, al menos comparten rima asonante, y por tanto, pueden estar en la misma estrofa. Nada en esta clonación ha sido fruto de la casualidad.

 


Ya en noviembre de 2022 veía venir la nueva red del Hilo a 3. Así se desprende de los siguientes mensajes que escribí en mis cuentas de Twitter, a saber @fernad0cabrera y @fcabrerareynoso, a propósito de la radical transformación iniciada por Elon Musk tras adquirir esta plataforma, que supuso la baja de la mitad de los más de siete mil empleados, expertos conocedores de todos los códigos de la aplicación, de la gestión de la red de servidores y de la plataforma de comunicaciones de esta red social:

 

El 5 de noviembre de 2022 dije: "Con los conocimientos técnicos de la mitad de los empleados de Twitter y el capital desembolsado en beneficios, no sería raro que surgiera una red similar capaz de competir ferozmente. Sólo falta hardware, equipos computacionales, y eso ahora es lo más barato. Seguro que los cancelados tienen motivación de sobra".

 

A raíz de la primera dificultad seria de Musk para mantener Twitter en funcionamiento regular, el 18 de noviembre de 18, subrayé: "No creo que exista un riesgo real de desaparición de Twitter. Nadie tiene miles de millones para tirar a la basura.  Este aluvión de especulaciones puede nacer de resentimientos inconexos, de ociosos de la red temerosos del cambio, de perder su juguete favorito, de estrategias de otras redes que compiten por el poder de influencia, a simples bravatas sobre una inversión fallida. Pero dista mucho de ser un harakiri. Al margen de cualquier extralimitación debida a esta transición inicial, hay que encontrar un equilibrio de intereses dentro de la organización. Por otra parte, no se puede descartar la aparición de una red clon de Twitter".

 


Como ven, tuve la visión de un arúspice, o en buen dominicano "boca de chivo", acerté totalmente, con una sola variante. Esperaba que el clon de Twitter surgiera como una iniciativa de la masiva cantidad de técnicos de Twitter cancelados, pues ya contaban con todo el conocimiento y experiencia tecnológica, faltándoles una plataforma de hardware, es decir, equipos de cómputo y telecomunicaciones que pudieran albergar una red global con características similares a las de Twitter.

 

La clonación de Twitter, aún con la irritante limitación de no poder editar mensajes, ya se ha producido con un hecho previsible, pero que me ha sorprendido, que Mark Zuckerberg, especialista en tomar ideas de otros (quizá su única idea original, y genial, fue Facebook, puesto que adquirió a tercero las redes Instagram y Whatsapp). Sus recientes hazañas miméticas lo ejemplifican: la incorporación de la funcionalidad de Tik tok en Instagram con Reels, e igualmente la reinvención de Second Life, un visionario entorno de avatares con más de dos décadas de antigüedad, con su natimuerto Metaverso. Con la rentabilidad de sus redes sociales, líderes mundiales en sus diferentes mercados, instaladas sobre las más amplias redes informáticas existentes, más el “Know How”, la experiencia que liberó Elon Musck, asimilar el concepto de una red de mensajería de texto fue sencillamente "pan comido".

Especulo que a Zuckerberg le ha costado una minucia, comparada con los 77.000 billones de dólares de su Metaverso. Seguramente menos del 10% de los 44.000 millones de dólares que le costó Twitter a Musk.  Obviamente, Threads no amenazará la supervivencia de Twitter, pero desatará una competición a muerte. Seguramente en lo que queda de año, con enlaces a usuarios de Facebook, Instagram y Whatsapp, Threads alcanzará el mismo número de usuarios que Twitter, con lo que seducirá a los clientes que inviertan en este tipo de plataformas.

En cualquier caso, gracias a la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk, su peculiar visión tecnológica y su agresividad en el mercado, ahora tenemos esta plataforma enhebrada. Mark Zuckerberg no se diferencia de Musk en sus agresivas estrategias visionarias. Por tanto, los usuarios nos beneficiaremos de su capacidad para mirarse en el espejo.  Sin duda, gana la libertad de expresión como consecuencia de la ley de la oferta y la demanda, y por supuesto, se desinflan las intenciones de Musk de monetizar servicios que hasta ahora eran gratuitos en Twitter.

En noviembre de 2022, entonces, predije en Twitter que los cambios en Twitter traerían una nueva red, pero pensé que sería como consecuencia del despido de empleados. Y puede que ni siquiera me equivocara en eso, ya que muchos de ellos pueden ser en la actualidad personal estratégico de Threads.