viernes, 19 de diciembre de 2025

¿Fusión MESCYT-MINERD: Evolución Educativa o Retroceso Institucional?


La integración de estos ministerios solo será acertada si su propósito es robustecer la inteligencia del sistema educativo y no meramente reducir su estructura. Priorizar el ahorro en infraestructuras a costa de sacrificar la especialización técnica, científica y tecnológica del MESCYT representaría un error histórico para el desarrollo nacional.

En el escenario actual, los riesgos de centralización burocrática y la posible dilución de recursos especializados superan los beneficios proyectados, lo que explica el rechazo de amplios sectores académicos. Para que esta iniciativa sea viable, el Congreso Nacional debe fomentar un diálogo plural que ofrezca garantías jurídicas y operativas explícitas.

De avanzar contra marea este proyecto, sería imperativo establecer una “Integración Estratégica Gradual” (de 3 a 5 años) bajo supervisión internacional. El éxito de esta reforma no debe medirse por el ajuste fiscal, sino por el impacto real en la calidad se la educación en el aula y el fortalecimiento de la investigación académica.

#educación #MESCYT #MINERD

miércoles, 17 de diciembre de 2025

A LA SOCIEDAD DOMINICANA, Leonardo Da Vinci.



La Asociación Leonardo Da Vinci, Inc. se dirige

a la sociedad dominicana con profundo dolor

y consternación para expresar, una vez más,

sus más sinceras condolencias a la familia de

Stephora Anne-Mircie Joseph Raphael, así

como a sus seres queridos, compañeros de

clase, profesores y a toda la comunidad

educativa que hoy guarda luto por su

irreparable pérdida.


Este fallecimiento ha dejado una huella

profunda de tristeza que compartimos con

respeto, empatía y recogimiento. Nada de

lo que se exprese puede aliviar el dolor de

su familia, a quienes reiteramos nuestro

acompañamiento humano y solidario en este

momento tan difícil.


Desde el primer momento del trágico y

lamentable incidente ocurrido el pasado 14

de noviembre, hemos estado colaborando

y continuaremos colaborando de manera

responsable con las autoridades competentes,

dentro del marco que la ley establece.


Confiamos plenamente en el sistema de

justicia y en que el proceso en curso permitirá

esclarecer los hechos con verdad y rigor.

Somos conscientes de la preocupación que

este caso ha generado en la sociedad. No

obstante, la investigación estuvo en una

fase legalmente reservada, y habíamos

sido debidamente instruidos a no emitir

declaraciones que pudieran interferir con su

desarrollo. Este deber de prudencia ha sido

asumido con el respeto que la situación y las

autoridades merecen.


Reiteramos que la Asociación Leonardo

Da Vinci, Inc. no elude ni eludirá las

responsabilidades que legalmente pudieran

establecerse, y actuará conforme al derecho

ante cualquier determinación que emane de

las instancias correspondientes.


Hacemos un llamado respetuoso a los medios

de comunicación y a la opinión pública a tratar

este hecho con la sensibilidad que amerita,

resguardando la memoria de Stephora y

el bienestar emocional de su familia y de

nuestra comunidad educativa. La difusión de

información no verificada o especulativa solo

profundiza el sufrimiento de quienes están

directamente afectados.


En medio de este dolor, reafirmamos nuestro

compromiso de acompañar a nuestros

estudiantes, docentes y familias, así como de

continuar revisando y fortaleciendo nuestros

protocolos de seguridad, con el propósito

de garantizar el mayor cuidado posible de

quienes nos han sido confiados.


Nada de lo expresado disminuye la gravedad

de esta pérdida ni pretende justificar lo

ocurrido. Hoy, nuestra prioridad es el respeto,

el acompañamiento y la responsabilidad.


Directiva 2025-2027


Eduardo Estevez Bretón

Presidente


Ingrid Díaz Gatón

Vicepresidente 


Arístides Trejo Liranzo

Secretario de Acta


Juan Luis Bojos Bisonó

Secretario de Finanzas y Tesorería 


Eduardo Antuñano

Secretario de Administración 


Pablo Peña Peralta

Secretario de Organización 


Pablo Guillermo

Secretario de Relacuones Públicas


Rosa Hidalgo Disla

Suplente


Frank Rodríguez Camacho

Suplente



sábado, 13 de diciembre de 2025

MOLINA, SUS AMIGOS Y EL BANCO POPULAR DOMINICANO: una noche de armonía inolvidable


 Por Fernando Cabrera

El Banco Popular Dominicano, con profundas raíces en Santiago de los Caballeros, nació en la década de los sesenta con la misión de democratizar el sistema bancario e inyectar el dinamismo de la iniciativa ciudadana. Su identidad es tan cibaeña como el merengue típico, la bachata y las Águilas Cibaeñas. Esta conexión intrínseca ha forjado una tradición entrañable: la de congregar a amigos, clientes y relacionados para celebrar la música y la conversación que fluye en amenos reencuentros.

Hace un año, el concierto conmemorativo del 60.º aniversario de la orquesta fue un evento verdaderamente apoteósico. El programa central estuvo dedicado a la Sinfonía n.º 5 en do sostenido menor de Gustav Mahler. Esta monumental obra, compuesta entre 1901 y 1902, se considera una de las sinfonías más importantes del siglo XX. Marcó un punto de inflexión crucial en la trayectoria del compositor al ser su primera sinfonía puramente instrumental en mucho tiempo.

La pieza se caracteriza por una narrativa intensa que evoluciona desde una trágica marcha fúnebre inicial hasta un final jubilatorio, explorando temas de lucha y triunfo. Sobresale su famoso y emotivo Adagietto, una pieza de inmensa riqueza orquestal y profundidad emocional que Mahler concibió como una carta de amor a su esposa, Alma Schindler, y que hoy es una de sus obras más interpretadas y apreciadas. Esa vez, la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la brillante dirección del maestro José Antonio Molina, ofreció una interpretación magistral. Su pureza y excelencia clásicas dejaron completamente anonadado al millar de asistentes que llenaban la sala Restauración del Gran Teatro del Cibao.

En esta ocasión, la magia se repitió el jueves 11 de diciembre con el concierto “Molina y sus Amigos”. El evento fue diseñado para satisfacer una variedad más amplia de gustos, presentando un programa ecléctico que logró fusionar la excelencia de la música sinfónica con el espíritu de la época navideña y los festivos ritmos populares dominicanos.

Créanme, hubo de todo, satisfaciendo a la audiencia con un repertorio diverso que incluyó: “La obertura Yaya” de raigambre afrocaribeño del maestro José Antonio Molina; merengues memorables como un popurrí de temas de Julio Alberto Hernández, “Ella” de Luis Rivera, “Caña Brava” de Toño Abreu, “Pa’ Bocó” de Manuel Sánchez Acosta y “Ay mujer” de Juan Luis Guerra; boleros clásicos como “Dilema” de Juan Lockward, “Al retorno” de Bienvenido Brens, “Y” de Mario de Jesús, “Evocación” de Papa Molina y “Por amor” de Rafael Solano; baladas románticas como “Abril 21” de José Antonio Molina; piezas sagradas como “Oh Holy Night” de Adolphe Charles Adams y “Joy to the World” de Isaac Watts; y finalmente, baladas profanas y temas de temporada, como “Santa Claus is coming to Town” y “Jingle Bells” de James Pierpont.

Todos los temas contaron con arreglos brillantes que transportaron las melodías y acordes populares al universo profuso, diverso y exigente de las partituras clásicas. La mayoría fueron responsabilidad de José Antonio Molina; Ed Calle se encargó de los arreglos de “Jingle Bells” y “Santa Claus is coming to Town”, mientras que el popurrí de merengues fue arreglado por Bienvenido Bustamante.

La sinfónica superó el reto de mantener la excelencia sin descuidar el contagioso gusto de los ritmos populares. El desafío de retener sentadas a 1,500 personas con evidentes síntomas de pasarlo divinamente fue mayúsculo. Esta "fidelidad sonora criolla" se logró con la incorporación de elementos rítmicos tradicionales indispensables: tambora, güira, piano y bajo eléctrico. Virtuosos como Sandy Gabriel, el famoso pianista, trompetista y compositor de jazz cubano Arturo Sandoval, el pianista y acordeonista Leo Pimentel, y el venezolano Ed Calle, fueron clave. El aplauso oportuno y el coro generalizado encontraron rendijas para colarse subrepticiamente, sobre todo cuando la santiaguera Maridalia Hernández, la mejor voz femenina del país, contagiaba con sus sublimes, afinadas y convincentes interpretaciones de “Ella” y “Por amor”, acompañada por las voces angélicas del coro de cámara Koribe.

Permítanme un apunte personal: disfruté en especial la interpretación de “Papa Bocó”, pieza que idolatro desde que la conocí interpretada en el Festival Arte Vivo por el maestro Félix del Rosario y su orquesta. Esta versión sinfónica, con un sincretismo de merengue sublimado por extraordinarios solos jazzísticos, rindió un merecido homenaje a aquel maestro mocano del saxo.

Creía que era el único merengue en escala menor, dada la naturaleza usualmente alegre de este ritmo. El maestro y amigo Rafelito Mirabal confirmó mi percepción, pero me aclaró que otros grandes merengues también se compusieron en tonos menores. La melancolía o tristeza de la escala se transforma en alegría gracias a su ritmo enérgico y contagioso, marcado por una percusión insistente y una estructura musical en 2/4. Esto impulsa movimientos rápidos de pies y caderas, lo que libera endorfinas y conecta con la alegría social de las fiestas caribeñas, todo complementado con una melodía alegre y un baile sencillo de aprender.

Molina no solo nos trajo a sus amigos músicos para deleitarnos; también propició, acaso sin proponérselo, que todos los asistentes nos reencontráramos con dilectos amigos del presente y del antaño, como los ingenieros Félix García, Fernando Rosario, Fernando Puig, Servio Cepeda, Marcos Santana, Saúl Abreu y José D’Laura, entre muchos otros. Igualmente, pudimos saludar a ejecutivos del mecenas auspiciante, el Banco Popular Dominicano, incluyendo a Christopher Paniagua, René Grullón F. y Ricardo De la Rocha. En ese ambiente de camaradería, mi esposa Betty y mis hijos Demian y Fernando José dimos un cálido abrazo a nuestros queridos compadres José Mármol y su esposa Soraya Lara de Mármol.

Una noche inolvidable en el primer Santiago de América… ¡Que se repita!

 

viernes, 12 de diciembre de 2025

Ni acoso escolar, ni racismo, ni clasismo: un accidente y negligencia


 Por Fernando Cabrera

A medida que el sol se abre paso entre las nubes, la realidad impone su toque de objetividad. Según refiere el Nuevo Diario, en publicación del 9 de diciembre: “El abogado Miguel Díaz, representante de la familia de Stephora Joseph, descarta que la menor fuera ahogada por otra persona. Esta conclusión se basa en los videos de seguridad y el informe preliminar del Inacif. La asfixia, según explica, pudo ser causada por la obstrucción del agua, sin intervención de terceros. Díaz señala negligencia por parte del Instituto Da Vinci durante la excursión en la hacienda Los Caballos.”

Se derrumban todas las apasionadas y subjetivas «narrativas». Sin embargo, es evidente que el odio persistirá. No se callarán las voces que buscan lucrarse con la tragedia, que hacen lobby con la victimización y que persiguen «Me gusta» a través del morbo y el dolor ajeno. En este contexto, resulta inquietante el sadismo de quienes han llegado al extremo de celebrar las imágenes humillantes de profesoras esposadas, cuya culpabilidad no ha sido probada y sin que existiera riesgo de fuga. Ningún docente ni persona de bien debió difundir tal agresión innecesaria contra la dignidad humana.

Es innegable que el vídeo de la tragedia de la niña angelical resulta desolador y refleja una terrible indiferencia. Su amplia difusión ha condicionado incluso a quienes exigen justicia, limitando las posibles implicaciones legales del suceso. Pese a su crudeza, la grabación ha servido para desarticular narrativas incendiarias: no se trató de un crimen de odio ni se evidencia acoso racial. Los niños implicados, reconocidos por su conducta intachable y su alto rendimiento escolar, no eran en ese momento ni víctimas ni acosadores. Tampoco existen indicios de discriminación clasista en el centro educativo, ya que la niña provenía de una familia con recursos suficientes para hacer frente a las elevadas exigencias económicas del mismo. Si la institución está dirigida a personas adineradas, está claro que ella formaba parte de ese círculo.

Aunque aún no se ha llegado a una conclusión definitiva, todo parece indicar que la desgracia fue consecuencia de errores humanos. Aparentemente, no hay pruebas fehacientes de acciones criminales ni de provocación voluntaria y consciente para causar daño. Los fallos, según reconocen incluso los abogados demandantes, se deben al exceso de confianza, la falta de previsión y la negligencia. Se trata de un olvido imperdonable de que los niños son propensos a sufrir accidentes acuáticos y de que los adultos —tanto familiares como responsables institucionales— incumplieron su obligación ineludible de no exponerlos a tales riesgos. En este caso particular, es innegable que la institución no adoptó las medidas logísticas y de seguridad necesarias para garantizar la integridad de los asistentes. Se cometieron fallos involuntarios que han tenido un precio alto e irreparable: la pérdida de una vida humana prometedora e inocente.

Una vez que los organismos de justicia concluyan sus indagaciones y emitan sus decisiones, el Instituto deberá responder con las compensaciones determinadas y con las garantías necesarias demandadas por su propia comunidad educativa y por toda la sociedad, que ha expresado su justa preocupación y enojo. Casos como este no deben repetirse.

Esperemos que, con el tiempo, la familia de la angelical niña, sus compañeros, el instituto y la sociedad puedan recuperar el ritmo natural de sus vidas.

 

domingo, 7 de diciembre de 2025

Décadas de confianza: Mi experiencia como padre en el Instituto Leonardo Da Vinci

El Instituto Leonardo Da Vinci

 Por Fernando Cabrera

El trágico fallecimiento de la joven y prometedora estudiante Stephora Anne-Mircie Joseph durante un agasajo escolar organizado por el Instituto Integral Leonardo da Vinci el pasado 14 de noviembre de 2025 ha conmocionado al país. La familia de la joven merece respuestas claras y, si se determinara alguna negligencia, los responsables individuales deben asumir las consecuencias legales y éticas correspondientes. La justicia para la fallecida no es negociable, es un deber moral que incluso la propia institución docente debe respaldar sin reservas. No obstante, en medio de esta búsqueda de la verdad y la justicia, debemos actuar con prudencia. Son exageradas, a todas luces, las voces de los medios de comunicación y las redes sociales que buscan desacreditar a la institución y, aún más, la detención de profesores por un incidente que, aunque lamentable, parece totalmente involuntario. Si ha de haber consecuencias, es obvio que no serán penales.

Promoción 2021, Astria

Ante estos clamores tipo Fuenteovejuna, como padre de dos hijos que ya se han graduado en el Instituto Leonardo Da Vinci, siento la necesidad de compartir mi perspectiva y experiencia, que es la de miles de padres orgullosos de la educación y el cuidado recibidas por sus vástagos. Mis hijos, Demian y Fernando José, pasaron casi tres lustros en el colegio, desde preescolar hasta graduarse, y mi experiencia personal como padre de familia ha sido, en términos generales, muy satisfactoria y positiva.

Muchos en la sociedad de Santiago hemos confiado durante décadas en el Da Vinci para la educación y el cuidado diario de nuestros hijos. En mi caso, esta confianza ha dado sus frutos. Desde el primer día de clase hasta la graduación, Demian y Fernando José recibieron un nivel de atención, dedicación y profesionalidad excelente por parte de profesores, personal administrativo y empleados de todos los niveles. El Da Vinci no solo se limitó a impartir conocimientos académicos, sino que también fomentó un ambiente seguro y estimulante. Mis hijos no solo asistían a clase, sino que participaban activamente en la vida del centro. Recuerdo con cariño su entusiasmo por las actividades extracurriculares, los proyectos científicos, las obras de teatro y los equipos deportivos. El colegio siempre promovió un desarrollo integral, fomentando las habilidades sociales y el liderazgo.

Promoción Lyen, 2022-2023

Además de las actividades dentro de las instalaciones, mis hijos participaban habitualmente en todas las excursiones y actividades organizadas por el colegio, incluidos los campamentos realizados en Estados Unidos en coordinación con otras instituciones. Estas experiencias, que requerían una logística y una supervisión meticulosas, siempre se gestionaron con un cuidado excepcional. Como padre, siempre me sentí tranquilo al saber que mis hijos estaban en manos de profesionales responsables que priorizaban su seguridad y bienestar en todo momento. La educación que recibieron les permitió acceder a excelentes universidades y desarrollarse como adultos jóvenes competentes y éticos. En gran medida, atribuyo su éxito a la formación integral y al ambiente de apoyo que encontraron en el Colegio Da Vinci.

Este tipo de sucesos lamentables pueden ocurrir en cualquier centro educativo público o privado. Este es el primero de esta naturaleza en la historia del colegio Da Vinci, que se ha labrado una reputación basada en la excelencia académica, la seguridad y la creación de un ambiente inclusivo y enriquecedor a lo largo de décadas. Cientos de testimonios de exalumnos y padres, como el mío, avalan su trayectoria de dedicación a la formación integral de los jóvenes. Este historial de excelencia es el contexto en el que debemos situar esta tragedia, no para minimizarla, sino para entenderla como la dolorosa excepción que es y no como la regla de esta institución.

El cierre o la desacreditación indiscriminada del Da Vinci no compensaría la pérdida sufrida ni contribuiría a hacer justicia. Por el contrario, penalizaría a los cientos de estudiantes actuales que confían en este excelente instituto para su educación y su futuro, y supondría el fin de sueños y trayectorias académicas que también son valiosos. Este doloroso incidente debe ser el catalizador de una revisión profunda y una mejora radical de todos los procedimientos de seguridad, supervisión y respuesta ante emergencias en todos los centros educativos del país.

El Instituto Leonardo da Vinci puede y debe salir de esta crisis como una institución más fuerte, más segura y plenamente consciente de su inquebrantable responsabilidad con cada vida que pasa por sus aulas.

jueves, 25 de septiembre de 2025

Amigo lector, Narciso también trata sobre ti.

Narciso, presentadores: Basilio Rodríguez Cañada (Sial Pigmalión), Pedro Antonio Valdez y José Enrique Delmonte

La novela comienza en Santiago de los Caballeros y se extiende hasta toda la República Dominicana y diversos lugares de Estados Unidos de América. En la trama se recuperan las memorias de la década de los noventa, vividas con intensidad por una generación obligada al éxito profesional y social. En ella se entrelazan historias como la del V Centenario del Encuentro de Dos Mundos, crisis existenciales, amor, sexo y utopías, dilemas empresariales, la pugna por las utilidades entre ejecutivos y la amenaza de la obsolescencia del año 2000 para los informáticos.

También se abordan los conflictos entre poderes fácticos, especialmente los militares, económicos y religiosos, y su intervención y mediación en las fraudulentas elecciones presidenciales dominicanas con protagonistas como Joaquín Balaguer, el profesor Juan Bosch, Francisco Peña Gómez y la emergencia de Leonel Fernández Reyna, vigilados por el Gran Hermano encarnado por George Bush, Bill Clinton y Jimmy Carter. 

Narciso no solo es para ti. Tú eres Narciso; en el fondo, todos somos Narciso.



Acompáñanos en la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2025.

Sábado 27 de septiembre, 10:00 a. m.

Pabellón de Autores y Talleres

Santo Domingo, República Dominicana




 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

La obra cubana Ofelia en la sala Héctor Incháustegui Cabral, TEATRAPO 2025

Actrices cubanas e invitada dominicana (Foto: Federico Férnandez)

 Por Fernando Cabrera

Asistí a una entrañable función dramática dentro del 4.º Festival de Artes Escénicas de Santiago, presentado por Teatro Utopía dentro de TEATRAPO 2025, con el apoyo del Ministerio de Cultura y la alcaldía del municipio de Santiago.  La obra representada fue Ofelia, un montaje del Grupo de Experimentación Escénica La Caja Negra que obtuvo el premio Aire Frío en 2022. Se trató de una producción realizada por mujeres y un hombre. Participaron cinco actrices (Yanisleydys Labori Cuevas, Thalía Martínez Árias, Leydi Reynosa Vásquez, Maibel del Río Salazar y, por supuesto, la talentosa anfitriona, Astrid Gómez Martínez), la violinista Herfy Violinist, la pianista Ana Irina Pérez Perelló y, para evitar quejas por exclusión de género, el percusionista Eliezer Ramírez. El atrevido libreto de visibilización y reivindicación femenina es también original de un hombre: Juan Edibelto Sosa, que también ejerció de director. La productora del montaje fue Clara Betsy Ávila Echeverría. La obra presenta a los siguientes personajes: Ofelia (una mujer de todas las edades con una experiencia de mil vidas), las moscas, Marlene, Reyita, Luz Divina, la abuela y la niña Rihanna.


 Grupo de Experimentación Escénica La Caja Negra y Teatro Utopía

Se trata, en definitiva, de un universo eminentemente femenino. Bajo el lema «Ofelia», las actrices caribeñas, de depurado histrionismo y gracia, alternaban desde sus personajes haciendo referencias a experiencias vitales comunes y asumiendo memorias generacionales de bisabuelas, abuelas, madres e hijas, en un visceral cuestionamiento del sistema machista y patriarcal en el que han crecido, o mejor dicho, sobrevivido a duras penas.

La excusa literaria y de ficción nos remite al universo shakesperiano de Hamlet, especialmente al personaje de Ofelia, hija de Polonio y hermana de Laertes. Perteneciente a la nobleza, está enamorada, aunque sin muchas esperanzas, del príncipe Hamlet, heredero de la corona de Dinamarca, que, debido a su posición, tiene poca libertad para casarse con quien quiera. Contra todo pronóstico, surge entre ellos una relación amorosa trágica que recuerda a la de Romeo y Julieta, ya que también está marcada por la tragedia: la muerte inesperada de Polonio, el padre de Ofelia, a manos de Hamlet. En este contexto, Ofelia muere ahogada tras caerse de un árbol al río, en medio de un amargo y poético sinsabor.

Astrid Gómez Martínez, del Teatro Utopía

Las actrices rescatan a Ofelia y sus trágicas circunstancias para narrar, con sabor criollo, los avatares que atraviesan las vidas de todas las mujeres en todas las épocas y circunstancias. Los diálogos, a veces fragmentarios, relatan de manera descarnada las vivencias en torno a los dramáticos hechos a los que las mujeres se han enfrentado a lo largo de la historia: la invisibilización, la exclusión, la violación y la violencia. Las palabras se acompañan de un rico lenguaje corporal y de una ambientación musical operística, con canciones interpretadas con gran calidad vocal, afinación y ritmo. Al igual que el personaje de Ofelia, que canta varias canciones y explica el significado simbólico de las flores que ofrece (aunque algunas interpretaciones difieren), las actrices se pasean por diferentes melodías, interpretadas con gran calidad vocal, armonías polifónicas, afinación y ritmo.

Las chicas cantaron estupendamente. En ocasiones, la pianista les doblaba o complementaba las voces. Las canciones, la gestualidad, la expresión corporal, los bailes y los argumentos nos sumergieron en el drama y en la sensación constante de cuestionamiento. El repertorio musical incluyó géneros diversos y algunas canciones populares y bailables que permitieron a las actrices explotar la sensualidad característica del Caribe. Reconocí algunas, como Lo material, Tuyo, Bacalao con pan, Canto de cuna y Canto yoruba en honor a Yemayá. Pero, sobre todo, destacaría Las Mañanitas, una ranchera de mariachis que, paradójicamente, aquí se interpreta como un himno a la alegría, el amor y la vida.

El ritmo del montaje es galopante de principio a fin de la representación, de aproximadamente una hora de duración y en un único acto continuo, a partir de una escenografía minimalista y experimental, lo que se denomina teatro pobre, tendencia que algunos grupos, como Gratey y Gayumba, asumieron en nuestro país en la década de los ochenta. La representación tiene lugar en el teatro, tanto en el escenario como en el pasillo. Comienza con cinco personas (las actrices), que se desplazan entre el público para después entrar en escena. En el escenario hay un pilón campesino enorme que, además de su utilidad habitual, funciona como contrapunto sonoro y efectista. También hay un sofá, sillas y diversos elementos que las actrices irán incorporando paulatinamente. En el fondo, hay tres músicos que acompañan en directo las interpretaciones líricas.


Sala HIC, Centro de la Cultura Ercilia Pepín (Foto: Federico Férnandez)

Todo sucede en el escenario, ante la mirada atónita del público. Incluso los cambios de escenografía y, especialmente, de vestuario de las chicas, que alcanzan un tímido semidesnudo, se ajustan al carácter conservador de este estreno en Santiago, ya que la función es apta para todos los públicos. Probablemente, en la producción original cubana estos eran más reveladores y provocativos. La vehemencia y autenticidad de las interpretaciones realistas me recordó al método del director ruso Konstantín Stanislavski, que se centra en la búsqueda de la verdad emocional del actor a través de la conexión con sus propias experiencias y emociones para recrear los sentimientos del personaje. Las actrices y los músicos lograron diluir con efectividad el concepto de cuarta pared, esa separación invisible y metafórica, al involucrar creativamente al espectador y obligarlo a dejar su rol pasivo para integrarlo íntimamente en el drama.

Actriz cubana

Ofelia es un personaje de ficción y, en el siglo XVI, la Dinamarca de Hamlet era un reino lejano. Paradójicamente, en la obra cubana, Ofelia no representa a una mujer irreal ni Dinamarca al país nórdico de linaje vikingo. En esta obra, un coro de voces femeninas grita, canta y protesta contra el papel que la historia, la religión, la sociedad y la biología les han asignado. En esta ocasión, Dinamarca simboliza la escasez y las restricciones que aún persisten en Latinoamérica, la República Dominicana y Cuba. Al ser un lugar distópico, se cuestiona fuertemente su sociedad, la guerra, las pestes de injusticias sociales, la explotación sexual de la mujer y su cosificación, representada como una cruel caricatura de grandes senos y traseros. De ahí este canto de trincheras, en el que todo gira en torno a las flores (lo femenino) y el poder (en representación del padre, del poder patriarcal).